La Ley de Medidas Urgentes para Garantizar la Sostenibilidad del Mar Menor parece que está preparada para su aprobación en la Asamblea Regional a principios del próximo mes. Todos los partidos políticos presentes en la Asamblea están de acuerdo en hacer compatible la explotación agrícola y la conservación del Mar Menor. Discrepan en el alcance de las medidas e incluso en la idoneidad de algunas de ellas.
Si nos atenemos a las declaraciones, a título personal, del portavoz del Comité Científico ( ¿existe todavía?) las medidas contempladas en la Ley son beneficiosas para la salud de la laguna. Pero cabe preguntarse, a falta de un pronunciamiento de dicho Comité, ¿son suficientes para resolver el problema medioambiental del Mar Menor?.
Las agresiones al Mar Menor en los últimos años han sido múltiples, pero parece innegable que ha sido la agricultura, con el modelo de explotación seguido, la causante de la EUTROFIZACIÓN del Mar Menor. La contaminación con nitratos puede considerarse como la causa fundamental en el proceso de degradación al que asistimos.
En principio podemos decir que o se cambia el modelo, o se reduce la superficie cultivada ( o las dos cosas a la vez), o seguiremos por la senda de condenar al Mar Menor a la muerte por eutrofización. Si seguimos haciendo las mismas cosas obtendremos el mismo resultado, pero empeorando progresivamente la situación actual.
Es innegable que el problema tiene una dimensión social, económica y medioambiental, que debe ser abordada desde el punto de vista político, pero no es menos cierto que la solución tiene que ser técnica.
El estado actual del conocimiento permite desarrollar una modelización del Mar Menor en la que se incorporen las variables más relevantes: química, hidrológica, hidrogeológica, hidrodinámica y biológica. Este modelo permitiría, una vez contrastado, poder evaluar las consecuencias de las distintas actuaciones y marcar las líneas maestras de una actuación que nos llevara a revertir la situación actual.
A partir de estas líneas maestras se podría redactar, entonces si, una Ley que nos llevara a resolver el problema, con un alto grado de fiabilidad, porque con el consenso o sin el, si no se tiene en cuenta que la solución del problema tiene que venir de la mano de la técnica, no se llegará a una solución.
Si de lo que se trata es de «hacer algo» pues ya hay un Proyecto de Ley, que previsiblemente será aprobado y que, si luego se hace cumplir, en el mejor de los casos no empeorará la situación actual (o si, no se sabe). Si queremos resolver el problema medioambiental del Mar Menor habría que abordar un PROYECTO DE SOSTENIBILIDAD con participación de técnicos especializados en cada una de las áreas y que integrara las distintas disciplinas para diseñar un Plan de Actuación con definición de actividades, plazos y presupuestos.
El comportamiento de la naturaleza no se guía por consensos, ni por los deseos de los políticos, por más que estos tengan el loable fin de hacer compatible la agricultura del Campo de Cartagena y la Sostenibilidad del Mar Menor.