La Bahía de Arcachón está situada en la costa occidental de Francia, abierta al océano Atlántico en el golfo de Vizcaya y situada en el departamento de Gironda. Debido a las importantes mareas que se producen en esta zona la superficie de la lámina de agua de la bahía varía entre 40km2, en marea baja, y 155 km2, en marea alta, (muy próxima a los 135km2 del Mar Menor). El sector del delta del río Leyre, que desemboca en la bahía, y un área próxima de 5175 han sido declarados sitio Ramsar en 2011, figura de protección que también posee el Mar Menor desde 1994,
El Laboratoire Environnement-Resssources d’Arcachon es la estación dependiente del Centro de Nantes del IFREMER (Institut Français de la Recherche pour l’Exploitation de la Mer), y el órgano encargado del seguimiento de las condiciones medioambientales de la bahía. Según su página web (wwz.ifremer.fr) , el laboratorio realiza una supervisión específica de la calidad de las aguas, en colaboración con la Universidad de Burdeos, que abarca a los parámetros clásicos para determinar la calidad biológica de las aguas. También desempeña el papel de experto y ayuda a las instituciones locales y regionales, especialmente en materia de conservación de la calidad de las aguas litorales y de protección de los medios naturales. Dispone así mismo de herramientas de ayuda a la toma de decisiones, y muy especialmente un modelo hidrodinámico de la bahía de Arcachon y un sistema de información geográfica.
Respecto de la modelización del medioambiente marino el Laboratorio expone; «es una disciplina que utiliza las herramientas matemáticas e informáticas con el objetivo de simular el funcionamiento de los sistemas naturales». Y añade: «entre todos los campos de la oceanografía, los modelos hidrodinámicos son , de lejos, los más avanzados. El transporte y la dispersión marina son factores determinantes para la biología o la química marina». Y , además, propone «una segunda etapa para el desarrollo de módulos temáticos (bioquímica, ecología, etc) para , posteriormente acoplarlos a los modelos hidrodinámicos, con el objeto de progresar en el conocimiento de los ecosistemas y obtener herramientas capaces de responder a las cuestiones preponderantes para la gestión y la preservación de los medios marinos.
Empezamos 2022 con unos presupuestos nacionales y regionales, aprobados, en los que se contemplan cantidades muy importantes de inversión en actuaciones para mejorar la situación medioambiental del Mar Menor. Como ciudadanos preocupados por la situación del Mar Menor deberíamos tener constancia de que, las actuaciones que se preven por ambas Administraciones, han sido previamente coordinadas, son complementarias y se ajustan a un Plan. Y si tomamos como línea argumental la que nos expone el laboratorio francés, sobre las actuaciones en modelizaciones de la bahía de Arcachón (con quien nuestro Mar Menor guarda un cierto paralelismo), tendríamos que concluir que esas actuaciones están basadas en los datos obtenidos en la modelización hidrodinámica de nuestra laguna.
Como el día de los Santos Inocentes ya pasó, pidámosle a los Reyes Magos que si las actuaciones no se han coordinado, ni existe un modelo hidrodinámico, al menos no nos traigan carbón, que las centrales térmicas de carbón ha cerrado y lo único que conseguirían sería incrementar la contaminación y aumentar nuestra frustración de saber que las cosas se pueden hacer muchísimo mejor.
SANA ENVIDIA, PERO ENVIDIA AL FIN Y AL CABO